Las 8 bondades de la fachada ventilada
Las fachadas ventiladas son tenencia en los proyectos arquitectónicos porque ofrecen amplias mejoras térmicas y acústicas.
Su funcionamiento es la siguiente: se crea una separación de centímetros entre el aislante y el revestimiento, creando una cámara de aire.
A este pasillo de aire se le da el nombre de “efecto chimenea”, dado que activa la ventilación natural, el aislamiento térmico, la protección a eventos climáticos adversos y mejora el consumo energético del edificio.
La cámara está formada por paneles de revestimiento montados sobre una sub estructura de aluminio; pero también existen muchos materiales que pueden ser utilizados como revestimiento para las fachadas, entre ellos: el fibrocemento o fibroconcreto, la arcilla, el zinc y los paneles de laminado a alta presión (HPL).
La fachada ventilada comenzó en los años ochenta y se fundamenta en esa cámara de aire que separa el revestimiento del edificio del exterior y su cerramiento.
Desde entonces, esta técnica arquitectónica está presente en todos los edificios modernos.
Es por esto que, como arquitecto que ha trabajado con SATE (Sistema de Aislamiento Térmico para el Exterior), he encontrado muy útil y resolutivo acudir a webs que permiten la descarga directa de planos y detalles constructivos; un detalle de la fachada ventilada para implementar esta técnica en mis proyectos.
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